Fundación 1870 - 1900
El 18 de julio de 1844 Pedro Alcántara Herran, expidió un decreto tendiente a dar fondos para una nueva parroquia en la montaña del Quindío, mas específicamente en la aldea de Boquía, que en ese momento se erguía como ente jurídico, con su respectivo corregidor sacerdote y junta auxiliadora deliberativa.
La aldea de Boquía, perteneciente al cantón de Cartago, estado soberano del Cauca, se destaco por desarrollar actividades comunitarias en torno a su parroquia, por ser paraje de pernoctación, núcleo penitenciario, lugar de aprovisionamiento de viajeros, centro comercial alrededor del cual se gesto un mercado que atendía las necesidades de los colonos, en lo cual se podía advertir la continua presencia estatal nacional.
“Por un camino escarpado y malo bajamos a Boquía en las márgenes del Quindío. Boquía es cabeza de un distrito de la provincia del Cauca. La población tiene algunas casas relativamente buenas y una aceptable posada; esta empezando a construir la iglesia, hay un molino de trigo que vi. funcionar y un puente cubierto sobre uno de los brazos del Quindío.
El emplazamiento del municipio se genera inicialmente en las superficies de menor pendiente, posteriormente en la medida en que se gesta el desarrollo urbanístico, se continua implantando sobre las colinas el mismo trazado original, en donde predominaron las manzanas de 80 m x 80m de largo.
Salento evidencia un trazado urbano regido por una cuadrícula ortogonal casi estricta, que se implanto en el lugar y dio como resultante un paisaje arquitectónico variado e irregular, debido a las condiciones topográficas de montaña, de este territorio.
El desarrollo urbano del municipio comienza con la necesidad de sus habitantes de tener un espacio para realizar intercambios comerciales; debido a que su economía se basaba en la agricultura; conformando de esta manera la plaza.
A partir de este momento, comienzan a agruparse y a construir sus viviendas las familias que para ese entonces eran los colonizadores más prestantes del municipio. Dichas casas han permanecido a través del tiempo como testimonio arquitectónico e histórico de una época.
En 1846 la Aldea de Boquía, ya tenía una población de 485 habitantes y 97 casas, de acuerdo al censo electoral efectuado el 23 de julio de 1863.
“La guerra del 1.865 convirtió el caserío, por ser el paso obligado de las tropas, en una comarca de miseria completa y redujo el numero de sus habitantes a menos de 200, pues la mayor parte emigraron hacia sus lugares de origen y los demás engrosaron las filas de la revolución del gobierno. Recién pasada la guerra los vecinos y habitantes, cuyo numero ya empezaba a aumentar nuevamente, decidieron trasladar el poblado a Barcínales, hoy conocido con el nombre de la plaza de Mosquera”.
Este traslado modifica el reparto inicial de los terrenos urbanos, los terrenos rurales se conserva la distribución de los solares que se había realizado conforme a lo estipulado por la junta agraria.
Dependiendo del centro administrativo de Cartago con el tiempo, erige al sitio como corregimiento con el nombre de “Villa de Nuevo Salento”, fijando sus respectivos limites. “El alcalde de acuerdo con el ministerio publico y en asocio con la junta agraria y dos vocales del cabildo procedieron a delimitar las calles y a tirar los cordeles para la composición y banqueo de las calles.
La junta agraria procede a medir los solares conforme a las disposiciones de la ley y las ordenanzas en la materia al que lo solicite, los solares que tengan casas edificadas o solares que están cerrados a los cuales se les puede expedir su correspondiente título de propiedad”
1901 - 1950
Los colonos, relacionan sus casas al espacio público por medio de circulaciones exteriores, en las que predominan el alero, cielos falsos de gran trabajo artesanal y el zaguán denominado en el lenguaje arquitectónico como el espacio de transición. Igualmente, se construyen corredores internos que enmarcan los patios en forma de O, de U, de L, que distribuyen a los diferentes espacios interiores de las casas.
Las manzanas generadas por la retícula, conservan en su interior un área verde cerrada por los inmuebles o por tapias, cercas o empalizadas que definen los paramentos.
En 1928 se termina el empalme del ferrocarril Manizales - Puerto Caldas con el ramal Nacederos – Armenia. Luego se construye el empalme férreo Zarzal – Armenia.
A partir de 1930 se generan problemas políticos nacionales que cada vez se van extendiendo a las regiones, Salento no es ajeno a ese proceso porque en 1945 se desata un período de violencia política que obliga emigrar a la mayor parte de sus habitantes a las ciudades en búsqueda de tranquilidad, seguridad, empleo y educación para su familia.
En 1930 se nombraron juntas especiales que coordinaran las movilizaciones, las protestas y las conferencias que se dictaban para informar acerca de los derechos que tenían y debían defender.
Esta migración ocurrida entre los años de 1945 y 1965 se presenta una disminución de la población, por ello en los censos realizados en ese período se presentan tasas de crecimiento negativo.
En 1934 se registra la cifra estadística de Salento con 10 minas (3 de aluvión) cuya producción fue de 6.088 onzas troy, comparada con la cifra del mismo año de Caldas con 29.932 onzas troy en 26 minas. Se observa a Salento como de gran influencia de la pequeña minería; esta concentración geográfica tiene importancia por cuanto se crea un mercado minero que facilita la organización y permanencia de las pequeñas sociedades.
A partir de 1940 la producción minera empieza a decaer por los altos costos de explotación y el transporte, comercio con precios deprimidos, lo que ocasiona emigración de la gente ocupada en minería.
En la segunda década se inicia la construcción de carreteras y de ferrocarriles para facilitar el comercio del café y otros productos.
En la división predial se definen desde sus orígenes áreas extensas, lo que da lugar a una baja densidad poblacional. Los Hitos de mayor representatividad para el municipio son El Parque de Bolívar, La Iglesia, El mirador del Alto de la cruz, Calle Real y el Valle del Cócora.
1951 - 1998
Durante este periodo el crecimiento de la población es bajo, prácticamente sobrevive. Con la fundación de ya casi la totalidad de las poblaciones que conformaron el departamento del Quindío, Salento se fue quedando rezagado en sus pretensiones; el cambio de rutas en los caminos obligados dejó de lado a la población que se convierte en población de término de camino.
La vía principal de comunicación de Manizales - Cali ó Popayán – Bogota, ya no pasa por su pueblo; por el contrario, cruza por el borde del limite entre el municipio de Salento y el municipio de Filandia viniendo desde Manizales o desde Medellín, para luego cruzar por Circasia y llegar a Armenia y de allí tomar rumbo a Ibagué o Cali, dejando de lado el tradicional camino nacional.
Este hecho hace que en la década de los 80 del siglo XX se manifieste una verdadera preocupación por la falta de dinámica local, la población se estaba quedando sola, como un pueblo de fantasmas, a el solo venían los admiradores de su Valle de Cócora, lleno de palma de cera, y aunque los ambientalistas veían con buenos ojos el despoblamiento, tanto lo administración local como la departamental buscaron alternativas a su sostenibilidad.
En la década del 80 se promovió el concurso de patrimonio arquitectónico “el pueblo mas lindo del Quindío” con el apoyo de la gobernación, el Banco Central Hipotecario, el banco de la Republica y la Sociedad Colombiana de arquitectos.
Para motivar la mejora y mantenimiento de la presencia de los pueblos en el ámbito departamental, Salento fue uno de los municipios que se miro con mayor detenimiento pues su pobreza generalizada había posibilitado la no destrucción de su patrimonio, conservando su arquitectura intacta , lo que facilitaba el estudio de tipologías y manifestaciones estéticas de una época de fundación.
El cambio definitivo se logra cuando en 1988 ejercita la elección popular de Alcaldes, que marca una etapa importante en la gestión de la administración pública municipal. A partir de ese año el municipio de Salento orienta en forma definida los procesos de organización y se pretende establecer la cultura de la planificación y los proyectos, para que su futuro se vislumbre como una municipalidad que ofrece alta calidad de vida a sus habitantes, lugar de paz y tranquilidad, que ha logrado un desarrollo económico en armonía con la naturaleza, en respeto a todas las bondades que ella le ha brindado.
En este tiempo se presenta un cambio de actitud en los ciudadanos en búsqueda de nuevas perspectivas para el desarrollo municipal y el mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes, mediante descentralización administrativa municipal y se vislumbra un futuro prometedor en la promoción de sus fortalezas paisajistas y comprometer a todas las instancias para lograr el fomento de la industria turística.
1999 - 2000
El proceso migratorio de la población rural hacia el casco urbano es muy baja y no ha exigido la construcción de grandes planes de vivienda. Por este motivo el crecimiento del pueblo realmente ha sido mínimo.
Su modernidad se ha desarrollado en la mejora de las condiciones de las vías, recuperación de andenes y acondicionamiento de sus instalaciones de servicio publico, en el mantenimiento de su plaza principal para recibir a turistas y desarrollar actividades culturales, dotar de servicios de seguridad a la población y promover dinámicamente el turismo ambiental hacia el parque natural de los nevados y demás sitios de riqueza ambiental.
Como resultado del proceso de reconstrucción se realizaron mejoras a las construcciones existentes como el caso de la policía y la alcaldía, se construyo un barrio nuevo para albergar a los reubicados del proceso, la reconstrucción del templo de Nuestra señora del Carmen, del edificio del comité local de atención y prevención de desastres COLPAD, todo ello a cargo de la gerencia zonal Funda empresa.
Fuente e Imagen: Gobernacion del Quindio